Si tomamos como referencia el lunes 15 de marzo, fecha en la que comenzó oficialmente el estado de alarma y el confinamiento, han transcurrido 50 días hasta este lunes 4 de mayo. Durante todo ese tiempo las peluquerías han permanecido cerradas, aunque en un primer momento el Gobierno dijera que podían abrir.

Durante los dos meses de confinamiento, hay quien ha optado por ‘autoarreglarse’ el pelo, quien se ha rapado, se ha teñido o ha preferido esperar. En La Gaceta de Granada hemos conocido de primera mano la situación de uno de estos peluqueros granadinos.

Chema es autónomo y regenta su propio negocio. Antes de entrar, tuvimos que desinfectarnos las manos con gel hidroalcohólico. Él usa una mascarilla quirúrgica y guantes: «Pongo capas desechables y limpio con lejía para desinfectar, pero al trabajar yo solo no ha sido necesario instalar una mampara. Y tampoco usar ozono o contratar a una empresa porque no me obligan».

Foto: Photographers

Este peluquero del centro de Granada ya tiene la «agenda completa para esta semana y se me está llenando la próxima». Las citas del corte de caballero tienen un margen de media hora, aunque según Chema depende del cliente: «Hay una señora con la que estaré dos horas y media porque tengo que hacerle muchas cosas en la cabeza».

Las personas que acuden a las peluquerías «no están obligadas a llevar mascarilla y guantes«. Es el primer día de apertura y este autónomo nos confiesa que «hay miedo en la gente. Una clienta me ha pedido que use una bata especial para ella y para mí, porque es de riesgo por edad y enfermedad».

Cortes de pelo gratis para ayudar

Mientras dure el estado de alarma, Chema seguirá cobrando su prestación de autónomo. «Estoy trabajando hasta más que antes porque ahora todo va con citas y puedo organizarme. No es ‘barco lleno, barco vacío’. Me va a venir incluso bien».

Concienciado con la difícil situación que estamos viviendo y los problemas económicos de muchas familias granadinas, este empresario de 40 años pretende aportar su granito de arena con «cortes gratis para la gente que lo necesite, no para aprovechados. Hay personas que lo están pasando mal y es momento de estar todos unidos». Chema ha preferido preservar su intimidad y la de su negocio que no se corresponde con la imagen.